Tengo una niña de 12 años que me gustaría que reciba atención porque esta pasando por un cuadro de r

Buenas noches. Desde mi punto de vista lo recomendable sería verlas a las dos y luego de esa primera cita deslindar si seguir con las dos o individualizar el tratamiento. Saludos!.

Siempre es recomendable que los tratamientos de niños y adolescentes sean acompañados por la terapia a los padres o tutores, ya que de esta forma se puede mejorar el entorno familiar y social que cause los cuadros de rebeldía, que son en algunos casos muy comunes en la pre adolescencia. Le sugiero realizar una primera visita evaluativa para recomendarle si pueden seguir juntas o de forma individual, inclusive en algunos casos si se puede trabajar sólo con el adolescente.

La rebeldía en un adolescente obedece a muchos factores. En sesión toca conversar con los padres y el adolescente por separado. Esta es la mejor forma de llevar la terapia tanto para con el adolescente como las pautas que se les brinden a los padres.

La rebeldía surge en la pubertad (12-14 años) como mecanismo de defensa de una personalidad insegura que necesita autoafirmarse. Nace del miedo a actuar tras salir de la dependencia de la infancia. Los momentos de ingenua prepotencia se alternan con los de reclusión en sí mismo. Es una rebeldía “regresiva”. En este inicio de cuestionamiento a la dependencia paterna muestran una rebeldía aun ingenua regresan a sus padres y se alejan es una etapa de inseguridades.
Los padres deben aceptar los cambios pues ello indica que se están desarrollando y es sano, pueden los padres si establecer limite, aceptar que no es perfecto, …..empatía….y en base a esto es que entonces…en una consulta psicológica el protagonista es el púber sin embargo por lo descrito se requiere la presencia de los padres para apostar por una buena comunicación y resolver sus inquietudes.

Hola, indudablemente la etapa de la adolescencia es un poco compleja y requiere mucha paciencia y compromiso a los cambios que afecta en la dinámica familiar. Indudablemente, la terapia debería llevarse con la menor y con los padres de manera conjunta, para tener un mejor control y acompañamiento del caso.

Lo adecuado es realizar terapia individual y posteriormente terapia familiar, puesto que existen patrones de comportamiento debido a los origenes familiares

Buenas estimada(o), el primer paso dentro de lo que entiendo en tu caso es que realicen una evaluación psicológica a la menor para examinar las causas de esta rebeldía y cambios de comportamiento, después de esta evaluación se te brindarán recomendaciones sobre qué terapias llevar y para quiénes va dirigido.

Te recomiendo agendar una entrevista inicial conmigo para poder apoyarte en tu caso.

Saludos

Al ser menor de edad, es mejor acudir ambas a la primera sesión y luego el especialista determinará la dinámica del proceso. De hecho que la familia también es parte del proceso.
Saludos

Hola, muchas gracias por tu mensaje y por el interés en apoyar emocionalmente a tu hija. Soy el Psicólogo Jorge – Psicoterapeuta, especializado en psicología clínica infantojuvenil, dinámicas familiares y terapias de tercera generación. Lo que estás haciendo, al buscar orientación para este momento de rebeldía, ya es una acción valiente y amorosa como madre.

¿Qué significa que tu hija esté “pasando por un cuadro de rebeldía”?
A los 12 años, muchas niñas atraviesan una etapa compleja de desarrollo. Entran en la preadolescencia, donde comienzan a:

Buscar mayor independencia.

Cuestionar figuras de autoridad (especialmente a los padres).

Experimentar cambios hormonales, emocionales y sociales intensos.

Tener emociones que no saben cómo regular o expresar.

Este comportamiento, que a veces se percibe como "rebeldía", puede ser en realidad una forma de expresar malestar, frustración, miedo o necesidad de conexión. Por eso es tan importante no tratarlo solo como un “problema de conducta”, sino como una señal de que necesita apoyo y comprensión emocional.

¿Terapia individual o conjunta?
Aquí es donde entra una parte clave:

Sí, es importante que tu hija reciba atención psicológica individual. Esto le permitirá tener un espacio seguro donde pueda expresarse libremente, aprender a gestionar sus emociones y trabajar sus propias inquietudes sin sentirse juzgada.

Pero también es esencial que tú participes en el proceso psicoterapéutico. ¿Por qué? Porque muchas veces los conflictos, malentendidos o tensiones dentro del hogar forman parte del contexto emocional que alimenta esa “rebeldía”. Y si trabajamos contigo también, podemos:

Mejorar la comunicación entre ustedes.

Entender lo que ella necesita en esta etapa.

Romper círculos de confrontación y transformarlos en vínculos de confianza.

Lo más efectivo suele ser combinar sesiones individuales con sesiones conjuntas (madre-hija), dependiendo de cómo evoluciona el caso y lo que el terapeuta considere según los objetivos.

¿Qué debes hacer ahora?
No lo dejes para después. Este es el momento ideal para intervenir. Cuando los conflictos empiezan a escalar o a repetirse, no es momento de esperar “a que pase”, sino de actuar. Si trabajamos juntas ahora, es más fácil prevenir que el malestar se vuelva crónico o dañe más profundamente la relación.

Conclusión clara:
Sí, tu hija necesita psicoterapia individual, pero tú también debes formar parte activa del proceso terapéutico. No como culpable, sino como aliada. Juntas pueden construir una relación más sana, amorosa y respetuosa.

Agenda cuanto antes una evaluación psicológica infantojuvenil. Este será el primer paso para definir el plan de trabajo terapéutico y empezar a construir el cambio que ambas necesitan.

Estoy aquí para orientarte y acompañarte en este proceso.

Con empatía y compromiso,

Psicólogo Jorge – Psicoterapeuta

Atender sólo a la niña es insuficiente, también la madre debe recibir atención. Con la niña hay que buscar comprender las causas de la rebeldìa y con la madre intentar ver qué tipo de dinámica familiar o de estilos de crianza aplica. Espero le sea útil.